jueves, 5 de mayo de 2011

Justicia en el fútbol mundial y alegría para el deporte español

Los burdos imitadores del Racing de Maguregui y del Estudiantes de La Plata de Bilardo -que sembró el terror en los años 60- han sucumbido ante el peor Barça del año con diferencia. Agradeceremos eternamente la declaración de inferioridad que Mourinho hizo en los dos partidos de casa. Después fue lamentable el espectáculo que montó cuestionando los títulos del otro; ÉL, el que más tiene que callar, que tiene dos champions atracadas al Barça y al Depor (la más escandalosa de todas) y una Copa del Rey en la que atracó dos veces al Sevilla; de eso no se acuerda.

Estos partidos me han traído muchos problemas con las matemáticas, me han roto una serie de esquemas mentales que tenía muy asentados y han provocado un baile de números que me cuesta entender:

2 = 3. Sí, es alucinante, hay quien pretende demostrar que se pueden meter tres goles tirando dos veces a puerta. Contando el supuesto gol anulado (que no hubo tal, es falta a Cristiano), contando por los dedos, los remates que me salen son dos.

90 = 2. Lo que costó el portugués para dar dos taconcitos en todo el partido; haciendo números, nos sale cada taconcito a 45 millones de euros; si incluimos la payasada que hizo con el hombro, nos sale a 30 cada cosa. Lo de éste es como ir a ver los monos del zoo: saltan, corren, se pelean... y al final, nada de nada, a los cinco minutos ya se te ha olvidado. Está preparando el último partido de liga contra el Almería para volver a ser un superhéroe y ganar el Pichichi.

3 = 1. Los tres superdelanteros han tirado una vez a puerta en 180 minutos, el único gol lo tuvo que meter Marcelo.

11 = 1; 8 = 1; 6 = 1. 11 faltas de Lass, ocho del decrépito Carvalho y seis faltas o agresiones de ese loco han supuesto una única tarjeta amarilla en cada caso; de eso tampoco se queja nadie. Podríamos decir que ha habido rugby en los cuatro partidos, pero no, habrá habido otra cosa; el rugby es noble.

8 = 2. En ocho años Florentino ha ganado cuatro títulos. Si hacemos otras operaciones, nos sale un título cada dos años o medio título al año. Está muy pero que muy bien. Si nos pusieramos a medir los millones de euros que le ha costado cada fichaje estrella, nos saldrían cifras astronómicas. Con ese dinero, el Sevilla hubiese ganado la NBA, la NHL y la Fórmula 1.

4 = 0. Para mayor risa, en un momento del partido enfocaron a los cuatro inútiles: Butragueño, Pardeza, Zidane y el vendedor de crecepelo. La aportación de todos ellos es 0; si dividimos lo que cobran entre lo que aportan, el resultado es infinito. Es muy difícil la operación, pero la solución sería venderlos por lo que creen ellos que valen. Que se vayan planteando un par de cosas: (I) si pretenden que el año que viene Carvalho y Marcelo sigan estando enfrente de Messi y (II) que el primer suplente del Barça, Keita, en los de blanco, menos de portero, jugaría de titular en cualquiera de los otros diez puestos.

Autocrítica = 0. Lo están haciendo muy bien, lo que pasa es que hay una conjura interplanetaria: la culpa es de la UEFA, de la UNICEF, de la UNESCO, del Frente Judaico Popular, de Green Peace, del creador de los pitufos e incluso de Gaddafi; nunca del llorón portugués.


Para terminar, os propongo la búsqueda del número secreto: ¿cuál es el número de Afellay? No os preocupéis si no encontráis la solución en un plazo razonable de tiempo, siempre podéis llamar a Marcelo, él lo sabe, le dio tiempo a verlo muy bien.














Por "Damien Karras"