martes, 20 de diciembre de 2011

Mou y los partidillos del Mundial de Clubes

Estoy muy de acuerdo con José Mourinho en eso de que la Champions es mucho más importante que los dos "partidillos" del mundialito. El Mundial de Clubes y su precedente, la Copa Intercontinental, son competiciones absolutamente sobredimensionadas, cuyo valor real es, a mi entender, el mismo que el de un torneo veraniego de pretemporada.


Esto no es en modo alguno un desprecio, sino una forma de subrayar lo que es realmente importante para un club de fútbol. En el ámbito internacional, lo máximo para un equipo europeo es ganar la Liga de Campeones, como lo es la Copa Libertadores para los clubes iberoamericanos. Y en lo doméstico, no hay nada mejor que el título de Liga. 

Personalmente, prefiero que mi equipo gane dos Ligas de Campeones y ningún mundialito/Intercontinental a tener en las vitrinas una sola Champions y un Mundial de Clubes. Como si se ganan cuatro o cinco Copas de Europa y nunca el mundialito. Hay títulos con mayúscula y otros títulos. Ésa es mi opinión.

Tengo, sin embargo, una duda sobre las declaraciones de Mou. ¿Diría lo mismo sobre el Mundial de Clubes si tuviera alguno en su currículum? No hay que olvidar que el entrenador del Real Madrid nunca ha disputado esa competición pese a haber sido dos veces campeón de Europa. Después de alzarse con su primera Liga de Campeones, en 2004 con el Oporto, su inmediato fichaje por el Chelsea le privó de dirigir al club portugués en el mundialito. Lo mismo le ocurriría en 2010, cuando Mou ganó la Champions con el Inter para acto seguido abandonar la disciplina del club 'neroazzurro' y recalar en el Bernabéu. Insisto, ¿pensaría lo mismo 'The Special One' sobre el Mundial de Clubes de haberlo ganado? 

Ignoro si el lenguaraz portugués es aficionado al ciclismo. Voy a recordar una anécdota protagonizada por Bernard Hinault, uno de los mejores corredores de todos los tiempos. El ex ciclista francés cuenta con un envidiable palmarés en el que se incluyen cinco Tours de Francia, tres Giros de Italia y dos Vueltas a España. También fue campeón del mundo de fondo en carretera y ganó varias clásicas. Una de éstas, la París-Roubaix, nunca fue del agrado de Hinault, que no dudó en menospreciarla en público. Aún así, en la edición de 1981 decidió participar y llegó el primero a la meta en el velódromo de Roubaix.

La victoria no hizo que Hinault cambiara de opinión sobre una carrera que se incluye entre las denominadas 'monumentos del ciclismo'. Tras ganarla, 'El Caimán' afirmó: "Paris-Roubaix est une connerie", algo que puede traducirse como que la clásica le parecía una "tontería", una "imbecilidad" o, siendo menos elegantes, una "gilipollez". Hinault despreciaba de esa manera un título, pero al menos se había molestado en ganarlo.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Más lecturas del Clásico: Marcelo, Coentrao, CR7, Mou

Después de su extraordinario análisis de lo sucedido en el Bernabéu el pasado 10 de diciembre, Damien Karras ofrece algunas posibles soluciones a José Mourinho antes de que el Real Madrid se enfrente esta noche al Sevilla. Se trata de otras alternativas a los cuentos de la mala suerte, los arbitrajes, los horarios, la conspiración interplanetaria y excusas similares:

"El otro día tuve una cena con destacados miembros de la afición blanca.

Les hice un ofrecimiento repetidas veces, tantas como fue rechazado. Como no tengo nada que hacer este sábado por la noche, me ofrecí a ir a Sevilla, a cambio del alojamiento y los gastos de manutención y desplazamiento, para tirar las faltas que hubiese y tratar de tapar a Jesús Navas. Prometí igualar o superar los registros de CR7 y mejorar defensivamente a Marcelo, pero ni por esas...

De los que estuvieron en el campo el pasado día 10 hay dos versiones: la de la inferioridad manifiesta que se produce desde mitad del primer tiempo y que tiene una carga psicológica difícil de levantar en los siguientes partidos; y la de otro aficionado, que coincide más con la versión oficial del entrenador y se centra en la mala suerte. El argumento se sostiene con que esos goles que hubieran significado el 2-0 o el 2-2 no los suele fallar la superestrella nunca, independientemente de si está nervioso o no.

Sí es interesante y hay que darle la razón en que la defensa del Barça jugó su peor partido en años, sobre todo por el centro y sobre todos, Piqué, delatado por los centros al área y por las dos o tres carreras de Kaká; también lo es que fueron muy imprecisos en los pases en el primer tiempo; y también tiene razón en que Messi es mucho menos sin Iniesta y Xavi, que son los que abren en canal al otro equipo y generan el desgaste y las situaciones de superioridad para dársela al argentino y que haga sus jugadas con ventaja. Como recordó Luis Fernández en 'As', Iniesta es el mejor de aquí a Lima. También reconoce la existencia de sospechosos en la alineación del Madrid, sobre todo lo de Coentrao.

Hasta ahí, lo que se le puede admitir; a partir de ahí, la clave de que Mourinho tenga muy difícil ganarle al Barça: no sabe por qué pierden y busca excusas para justificar las derrotas en lugar de analizar fríamente la realidad. Por esa razón, aparte de la más que evidente diferencia de calidad, el Madrid está en disposición de seguir perdiendo por los siglos de los siglos. Y claro, lo que se mantiene como verdad absoluta es que el portugués no comete errores porque para eso es el mejor entrenador del mundo.

Total, que no hay autocrítica. Si rascas, te terminan diciendo que es verdad que Pepe es de madera y Ramos también, que Marcelo es un desastre defendiendo, que Coentrao es la risa, que Casillas está harto de ellos. Pero critican a Özil y a Xabi Alonso, es decir, a los mejores que tienen, junto a Benzema. Versión oficial, flipo...

Lo sucedido puede explicarse con el rugby y las matemáticas. Si juega un equipo de rugby con 15 buenos contra uno con 13 buenos, por mucho que los 13 intenten arroparles, durante el partido sólo se va a ver a los dos malos y todo lo que ocurre en su zona. Van a ser destrozados por ahí. El Madrid tiene varios jugadores que no resisten la comparación con lo de enfrente. Las matemáticas no engañan. Özil, Xabi y Lass son 3; Xavi, Iniesta, Cesc, Busquets... y Messi son 5; nada más que decir. Si Iniesta se va de Coentrao, le salen dos, suelta la bola con precisión y seguro que en una zona cercana ya hay dos libres...

Sencillo para todos menos para uno: el entrenador-jefe de prensa-director deportivo-presidente".


jueves, 15 de diciembre de 2011

Villa lesionado; ¿volverán con el 'Raúl selección'?

La lesión que David Villa sufrió en la semifinal del Mundial de Clubes es una pésima noticia para la selección española. No sólo por el hecho de haber perdido con casi toda seguridad al delantero del Barça para la Eurocopa, sino por el debate que nuestra querida y manipuladora prensa deportiva probablemente se encargue de atizar sobre el sustituto idóneo para 'El Guaje'. Con Villa roto, con Torres en un preocupante estado de forma... ¿volverá el patético 'Raúl selección'? En este país, todo es posible.

Vamos a hablar claro. España ganó la Eurocopa 2008 y el Mundial 2010 gracias a que Raúl ya no estaba en el equipo nacional. Evidentemente, no fue sólo su ausencia lo que propició el éxito, pero sí sirvió para que todo comenzara a funcionar. Cuando Luis Aragonés decidió prescindir de él, en primer lugar apartó a un futbolista que siempre se escondía en las grandes ocasiones (véase España-Francia de la Eurocopa 2000, Portugal-España de la Euro 2004 y España-Francia del Mundial 2006, partidos que luego analizaremos). En una entrevista concedida a la cadena Cope en 2010, Aragonés afirmó: "Dejé fuera a Raúl por el bien de la selección". Otro de los titulares fue éste: "Hubo un momento en que la selección le vino grande a Raúl".

Luis demostró con esas palabras que sí es el 'Sabio de Hortaleza'. Y en su charla ante los micrófonos de la Cope estuvo comedido, porque prefirió no hablar de sus desencuentros con el actual futbolista del Schalke, que los hubo. Aquí entra el segundo factor que colocó a España en la senda de la victoria: al apartar a Raúl, libró al equipo de un jugador que se creía por encima de sus compañeros, incluso del seleccionador. Un interesante reportaje publicado también en 2010 en 'El País' confirma esta actitud altiva del delantero, algo que hizo estallar el enfrentamiento con el técnico.

El artículo, que está firmado por Luis Gómez, no tiene desperdicio. El autor escribe que a Aragonés "no le gustaba el modo de ejercer la capitanía [de Raúl] ni su influencia sobre el juego del equipo". No está de más recordar que Luis asumió el cargo de seleccionador tras el fiasco de la Eurocopa 2004. Continúa el texto afirmando que Luis pretendía prescindir de Raúl nada más tomar las riendas del equipo nacional, pero "fue aplazando la decisión temeroso quizá de la tormenta que le caería encima". Gran verdad esta última. ¿No recuerdan lo furibunda que estuvo la prensa desde que por fin Luis dio el paso hasta que España ganó la Eurocopa?

El reportaje incluye otras frases que no hacen más que reafirmar el narcisismo del 'ex 7'. Un directivo de la RFEF reconoce que "Raúl no es el prototipo de un gran capitán. No es un hombre integrador. Basa su autoridad en la fuerza de su figura. Es hosco. Tampoco es expresivo. Crea entornos muy cerrados a su alrededor". Y el firmante del texto añade otro detalle a considerar: "Hasta en su forma de escuchar el himno nacional, los ojos clavados hacia el cielo, su pose era desafiante para los demás. Como si fuera el primero de los patriotas".


Apartado Raúl del equipo, todo empezó a fluir. La selección disfrutó de un ambiente estupendo...





El seleccionador pudo implantar un estilo de juego atractivo a la par que eficaz...




La delantera se confió a jugadores que sí respondían...




Y al final, la gloria:




Decía antes que Raúl jugó con España tres partidos importantes. Uno:




Dos:




Y tres:



Raúl fue un gran jugador en el Real Madrid. Sin embargo, nunca rindió a ese nivel en el equipo nacional. Era muy bueno contra las selecciones pequeñas y mediocres (aquí tenemos su currículum goleador con España; Raúl era el terror de Chipre, San Marino, Austria... Ah, y el crack de los partidos amistosos), pero nunca dio la talla en las citas decisivas. Los duelos en los que hay que marcar la diferencia.

Sus aduladores siempre dicen que la culpa era de sus compañeros, que eran muy malos, que no le hacían llegar balones y que él siempre tiraba del carro. Ese argumento es infantil. Sin ir más lejos, en los octavos de final contra Francia en el Mundial 2006 entre sus compañeros se encontraban varios jugadores que dos años después se proclamarían campeones de Europa y, otros dos años más tarde, del mundo: Casillas, Xavi, Puyol, Xabi Alonso, Ramos, Villa, Torres, Cesc, Iniesta... Prueba más que suficiente de que el que sobraba era él.

Raúl sigue sobrando en la selección, pero no me sorprendería nada que la prensa que tanto daño ha hecho al fútbol español ahora lo reclame para suplir a Villa.

martes, 13 de diciembre de 2011

Resaca del Clásico: preguntas con respuesta y preguntas sin respuesta

Hacía varios meses que Damien Karras no nos deleitaba con una de sus crónicas. La última fue con toda seguridad la más certera y demoledora de nuestro blog. Al contrario que otros, Damien Karras siempre marca la diferencia en los grandes partidos. Agradecemos por adelantado a nuestro colaborador su regreso más esperado e invitamos a los lectores a que comprueben una vez más por qué siempre da la talla en las grandes ocasiones:


"Hoy voy a ser metafísico. ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?

Toda la semana con preguntas antes del partido y dudas durante y después. Qué es la metafísica sino preguntas sin respuesta y dudas permanentes.

Aparte de recomendarles que cenaran pronto porque después no tendrían ganas, las preguntas que les hacía a mis amigos de blanco antes de empezar eran bien sencillas:

Pregunta.- ¿Quiénes son los fichajes de este año que vais a poner en la defensa para contrarrestar a Messi?

Respuesta.- Van a jugar los mismos, que este año están muy bien, y además Sergio Ramos es uno de los mejores centrales del mundo [Mourinho añadió a Coentrao].

P.- ¿A cuántos y a quiénes vais a poner en la media para contrarrestar a Xavi, Iniesta, Busquets y Cesc?

R.- Suficiente con Xabi Alonso y Lass o Khedira, porque Özil y Di María van a atacar.

P.- ¿Qué vais a hacer con los portugueses si el Barça os vuelve a pasar por encima?
R.- El sábado vamos a ganar la Liga.

Respuestas que no me sirven y que sigo buscando para el siguiente duelo...

Mientras veía el partido con los niños me iban surgiendo dudas. Algunas se aclararon muy rápidamente.

- No he visto al Barça fallar tantos pases como en el primer tiempo del otro día. ¿Qué pasará cuando den uno bien? Gol.

- ¿Qué pasará cuando estos de blanco se cansen? Baño.

- ¿Qué ocurrirá cuando aparezca Cesc (que no se ha visto)? Respuesta de mi hijo mayor: gol

- ¿Qué va a decir Mou después de esto? ¿El árbitro, UNICEF, los recogepelotas? Respuesta del mayor: ¿por qué? Respuesta del pequeño: ¡¡¡no entiendo!!! Respuesta oficial del club: la mala suerte. Ya sabéis, no la del gol de rebote del principio, no. Se refieren sólo a la del rebote de Xavi.

- ¿Quiénes van a tener la culpa? Respuesta de Mou: Xabi Alonso




Esas dudas están resueltas, pero me quedan otras. Me gustaría saber qué pasaría si un día le dicen a Messi y a Iniesta que necesitan meter ocho goles por narices. Qué hubiese sido de mí como futbolista si hubiera sido extremo derecho y hubiese jugado contra Marcelo. Qué pasaría si dejase de lanzar las faltas el bueno (0 de 23, 23 de 28 del equipo) y pusiesen a lanzar a los malos. Qué van a decir la próxima vez...

En fin, como habíamos hablado, si el Madrid ganaba, se acababa la Liga; y si ganaba el Barça, se acababa otra cosa. Y creo que se ha acabado. Más les vale a los blancos ganar en Sevilla y poder seguir vendiendo la moto, pero la realidad es terca y ocurre lo del traje nuevo del emperador: van desnudos, pero no todo el mundo se atreve a decirlo. Quedarán para exhibiciones ante equipos pequeños, como la de meterle ocho en la última jornada a un Almería ya descendido, uno de los actos más ruines y cobardes que yo recuerdo en el fútbol.

La caterva mediática de la central lechera va a mantener como sea a Mou y al presidente que le obedece, pero esto no tiene vuelta de hoja: son inferiores y todo el mundo lo ha visto. Creo que vamos a volver a la guerra, a la crispación y a las patadas, no tiene más. Mientras tanto, prepárense para ver como arrasan a la Ponferradina en El Toralín.

Además, el otro día la lío buena sacando al cuarto central del Castilla, pupilo de Mendes y cedido del Servette. Los de la cantera están que fuman en pipa, y más cuando el enemigo sacó a nueve de titulares en un partido de Champions.

Y la última pregunta: después de Mou, ¿qué?

Nada, no hace falta que digáis nada. Yo tampoco tengo respuestas."





lunes, 12 de diciembre de 2011

Madrid - Barça: y ahora ¿qué?

Casi 48 horas después del Clásico retomamos la actividad del blog con un análisis de lo ocurrido sobre el césped del Bernabéu. Lo firma Pavel, uno de nuestros principales y más fieles colaboradores. Lean y disfruten:

"Pero es que ahora... ¿qué? Quiero decir, vienes de ganar 15 partidos consecutivos, te sientes crecido, el Barça parecía que no estaba tan allá... Y te gana en casa 1-3, sólo eres capaz de marcarles por un error gigantesco de su portero y se pasan toda la segunda parte riéndose de ti a la cara, haciendo rondos, con el lateral derecho de ellos pisando el área rival diez veces más que tu delantero centro...

Y claro, luego llega el espectáculo: decir que el Barça tuvo suerte, soltar que tenían que haber expulsado a Messi, Marcelo le niega el saludo a Piqué...





Esta Liga la gana el Madrid. Es una competición mediocre, y tienen al mejor jugador del mundo en partidos pequeños: CR7 acabará la temporada con 40 goles, arrasando a rivales de medio pelo. Perderán la vuelta en el Camp Nou, pero contra el resto de equipos sacarán más puntos. El tema es ése: cuánto vale ganar una liga mediocre, cuando todo el mundo sabe que es una liga mediocre y sólo ve dos partidos al año, en los que el planeta entero observa que eres absolutamente inferior a tu contrincante y que encima te quejas, dices que te ganan porque tienen suerte, le metes el dedo en el ojo al rival y no le das la mano.

El por qué una afición terriblemente exigente como la del Madrid le permite absolutamente todo a Mourinho es un misterio. A cualquier otro le habrían echado ya cuatro veces: 1) el año pasado tras el 5-0; 2) al finalizar la temporada pasada; 3) el día después del incidente de la Supercopa; y 4) el pasado sábado. Es increíble.

Vergonzosa la pitada masiva a Iniesta, un tío al que se le tendría que aplaudir para siempre en todos y cada uno de los campos de España. Como comentó un amigo en su perfil de Facebook respecto a esa parte de la afición del Bernabéu, 'suerte en la Eurocopa; recordad que estáis en el grupo B'...".


Muchas gracias a Pavel por este excelente artículo. Mañana llegarán otras colaboraciones.

sábado, 10 de diciembre de 2011

La Cibeles vallada



Una de las situaciones que más he agradecido este año es el hecho de haberme encontrado en el extranjero cuando acontecieron los impresentables sucesos de la vuelta de la Supercopa, con el 'dedazo' de José Mourinho guiando los designios del sector más radical del madridismo. Me enteré de lo ocurrido a través de un SMS que un amigo me envió comentando el partido -más bien comentaba los hechos acaecidos al final del choque- sin saber que yo a aquellas horas estaba de vacaciones en Italia y ni recordaba que había fútbol.

Pocos días después regresé a España y, obviamente, todavía duraba la crispación entre los dos gallitos de nuestro balompié. No era para menos, dado el esperpento desencadenado tras la patada de Marcelo a Cesc. Celebro haber visto las imágenes de aquel espectáculo dantesco varios días después de la noche de autos, pues si lo hubiera presenciado en directo seguramente mi salud mental habría quedado severamente afectada.

Los incidentes del Camp Nou aquel 17 de agosto parecen haber marcado el límite de la estrategia de crispación diseñada por Mou. Tras ese escándalo, sus ruedas de prensa y sus aspavientos desde el banquillo ya no han vuelto a ser lo mismo. En algunas comparecencias ante los medios lanza pequeñas pullas e indirectas, pero nada comparado a lo de antes. Por eso ha decidido no sentarse ante los micrófonos antes de que el Real Madrid reciba hoy en el Bernabéu al Barcelona. Poco o nada se puede agregar ya a la campaña de la tensión.

Ante el silencio de 'The Special One', hoy hablaremos de otros profesionales de la crispación -que no de la información- en los medios de amplia difusión nacional. Esos que se dejan llevar por los colores antes y después de los partidos, sobre todo cuando llega el Clásico. Hace algo más de un año, el Barça goleaba al Madrid en el primer derbi con Mou en el banquillo blanco. Fue un varapalo totalmente inesperado, sobre todo para los de Chamartín y sus medios afines. Recuerdo que uno de nuestros reales manipuladores favoritos, Jesús Alcaide, se mostraba muy confiado en la victoria del Madrid pocos días antes del choque.

Contribuyó a esa sensación la gran victoria de los merengues en el campo del Ajax, aunque la plantilla del equipo holandés no era precisamente la que se proclamó campeona de Europa en 1995. 'La máquina de matar ya asedia el Camp Nou' era el título del post en el que Alcaide daba un tono de epopeya a lo visto en el Amsterdam Arena. Pocos días después, la máquina de matar sufría un cortocircuito.

No he leído su blog hoy ni tampoco a otros ilustres profesionales del madridismo. Imagino que darán la victoria por hecha, y más ahora que el Madrid marcha líder y el Barça está pasando apuros en sus partidos a domicilio. Lo malo para ellos es que vender la piel del oso antes de cazarlo no siempre sale bien. Recuerdo que el 2 de mayo de 2009 recibí otro SMS, también del mismo amigo que mencioné antes. El texto era breve: "...y la Cibeles vallada", decía. Era un sábado por la noche y justo antes de recibirlo había finalizado un partido en el Bernabéu.

Evoco ahora esta historia porque días antes de aquel duelo Tomás Roncero había publicado uno de sus textos más personales en 'As'. Se titulaba 'Barça, ríndete'.

martes, 6 de diciembre de 2011

El Balón de Oro y los mejores

Hay ganas de diseccionar lo que deparó el sorteo de la Eurocopa 2012 -es realmente indignante que en un grupo estén las 'glorias' Polonia, Grecia, Rusia y Chequia y que en otro tengan que jugársela a cara de perro Alemania, Países Bajos, Portugal y Dinamarca- pero la actualidad manda y la noticia ahora es el anuncio de los tres candidatos que optarán al Balón de Oro 2011.

Los nominados son el ganador del premio en 2009 y 2010, Leo Messi; su compañero en el Barça Xavi Hernández, abonado al Balón de Bronce en las dos últimas ediciones; y el Balón de Oro 2008, el jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo. En resumidas cuentas, Cristiano y Messi se disputarán el galardón, dados el poco peso mediático de Xavi y los criterios más que discutibles que se han seguido ciertos años a la hora de concederse este premio. Esas decisiones polémicas –ahora hablaremos de algunas de ellas- han sido y seguirán siendo la causa de que excelentes futbolistas no hayan ganado o no vayan a ganar jamás el Balón de Oro.

Sin ánimo de poner en tela de juicio la grandeza de Leo Messi, el premio que se le concedió en 2010 fue excesivo, pues sus magníficas actuaciones en el Barça durante ese año no tuvieron su reflejo durante el Mundial. La pésima imagen dada por la selección argentina debió ser un baldón más que suficiente para que no se premiase a 'La Pulga' y sí a otros que habían brillado tanto en su club como en su equipo nacional, como fue el caso de Xavi -también Iniesta, aunque no debemos olvidar que el autor del último gol de Sudáfrica 2010 se perdió buena parte de la temporada con el Barça por culpa de las lesiones-. Aquella fue prácticamente la última oportunidad para el de Terrassa, campeón del mundo con España y de Liga con el Barça, pero quienes tenían derecho a voto prefirieron la explosividad del delantero albiceleste, que ya había sido premiado –con todo merecimiento- en 2009.





No sería justo criticar sólo lo ocurrido en 2010. Cada uno tiene su opinión y la fundamenta como puede. Según tengo entendido, el Balón de Oro se concede al que se considere mejor futbolista del año o, en su defecto, al jugador cuya trayectoria durante varias temporadas lo haga merecedor de ello. En ese caso, habrá que detenerse a analizar qué significaba para 'France Football' –la revista gala que hasta hace dos años otorgaba el premio- y ahora para la FIFA ser el mejor jugador del año. ¿Marcar muchos goles? ¿Hacer regates espectaculares? ¿Formar parte del equipo vencedor de la Liga de Campeones? ¿Haber ganado el Mundial?

De más reciente a más lejano, el primer caso a considerar es el del propio Cristiano Ronaldo, premiado en 2008. Imagino que 'France Football' basó su decisión en que el portugués se había proclamado campeón de Europa con el Manchester United. Por esa regla de tres, también se pudo haber premiado a Iker Casillas, que ganó la Eurocopa con España y la Liga con el Madrid ese mismo año, y tiene un currículum de títulos en su haber que ya le gustaría a su actual compañero de vestuario. O al propio Xavi Hernández, otra de las estrellas del equipo español que deslumbró en Suiza y Austria –y cuyo palmarés también será complicado de igualar para el de Madeira-. Cristiano ganó la Liga de Campeones, cierto, pero también fue el único de su equipo que falló en la tanda de penaltis de la final y, de regalo, marró otra pena máxima en la semifinal contra el Barça.




Como colofón, pasó con mucha más pena que gloria por la Euro 2008. Bravo por 'France Football'.



Otro ganador discutido y discutible fue el italiano Fabio Cannavaro en 2006. Fue campeón del mundo con la 'Azzurra', de acuerdo, pero también lo fue Andrea Pirlo, ¿no? Y Francesco Totti, por ejemplo. Y además, ¿por qué en 2006 sí pesó el hecho de que el ganador del Balón de Oro fuera campeón del mundo y en 2010 no? Si aplicamos la misma regla que hizo a Messi merecedor del premio hace un año, en 2006 el trofeo debió concederse a Ronaldinho, que había completado una magnífica campaña con el Barça -campeón de Liga y de Europa con unos cuantos golazos suyos- y luego fracasó en el Mundial de Alemania. Y, por cierto, ya se le había otorgado el Balón de Oro en 2005. Vamos, su situación era un calco de la de Messi en 2010.





La concesión del premio a Michael Owen en 2001 fue desde mi punto de vista otro claro ejemplo de decisión mal tomada. El inglés era un buen jugador pero ¿tanto como para ser proclamado el mejor de la temporada? Ese año se perdió una gran oportunidad para hacer justicia y seguir el otro criterio: premiar toda una trayectoria de éxitos como la de este señor:



Grande Maldini. Lamentablemente, no fue el único olvidado por 'France Football', ya que hubo otras omisiones inexplicables. Yo me quedo con la de Ryan Giggs. Sirvan su ejemplo y el de Maldini como recuerdo a todos los que merecieron ganar el Balón de Oro y no lo consiguieron.