miércoles, 30 de noviembre de 2011

Ahora, a impedir que Piqué juegue el Clásico


Esta es la última ofensiva de la Real Manipulación: mover cielo y tierra para que Gerard Piqué sea castigado sin jugar el Real Madrid-Barcelona del próximo 10 de diciembre. Después de varios días oyendo a la prensa afín a la Casa Blanca decir que la cosa pinta muy bien para los merengues y poco menos que catastrófica para los culés, sorprende un poco que la 'Central Lechera' ahora se embarque en esta cruzada contra el central del Barça. ¿Qué ocurre? ¿Piensan que será más fácil ganar a los azulgrana si él no está sobre el césped?


Gerard Piqué vio la tarjeta amarilla en el partido que su equipo disputó ayer noche frente al Rayo Vallecano. Ocurrió en el minuto 83, cuando el Barcelona ya ganaba 4-0 y el canterano aprovechó para forzar la quinta cartulina con la clara intención de cumplir el partido de suspensión en la próxima jornada -en la que su equipo jugará contra el Levante- y llegar al Clásico libre de tarjetas. Una actitud repetida durante décadas por jugadores de muy distintos equipos pero que desde hace cosa de un año está sirviendo de caballo de batalla mediático.

Antes de recordar los casos de amarillas forzadas ocurridos en los convulsos tiempos recientes, echemos un vistazo a la prensa de Madrid. El diario 'ABC' ilustra su sección de Deportes con una
encuesta en la que los internautas opinan , por abrumadora mayoría, que el central del Barça debería ser sancionado por el Comité de Competición. Lo mismo hace 'El Mundo', aclarando en la pregunta a los encuestados si Piqué debe ser sancionado "con más de un partido", una alusión directa a su ausencia en el partido del Bernabeu en caso de que Competición decidiera imponerle dos partidos de castigo. Finalmente, 'El País' incluye en su edición digital este vídeo, en el que no se muestra la acción que causó la tarjeta, sino simplemente al árbitro partiéndose de risa -imaginando las intenciones de Piqué- mientras amonesta al jugador:




La Real Manipulación y afines recuerdan ahora el revuelo que armó la prensa catalana, antimadridista o como quieran llamarla cuando dos jugadores del Real Madrid, Xabi Alonso y Sergio Ramos, forzaron su expulsión en el partido frente al Ajax de la Liga de Campeones 2010-2011. Las circunstancias fueron similares a las de Piqué, su compañero en la selección: el Madrid ganaba 0-4, restaba un partido intrascendente para acabar la fase de grupos -frente al Auxerre- y tanto Alonso como Ramos hicieron una triquiñuela para acabar expulsados y llegar limpios de tarjetas a la cita de octavos de final:


Sí, es cierto unos cuantos medios criticaron duramente a ambos futbolistas y a su entrenador, José Mourinho, por haber tramado esa argucia. Sin embargo, en buena parte de la afición madridista caló un mensaje falso que, debidamente manipulado, ha sido utilizado como arma cuando les ha convenido: que Alonso y Ramos fueron sancionados por su intencionalidad de forzar la expulsión por doble amarilla. Eso es mentira. Tuvieron que pagar una multa, sí -un pellizco comparado con las millonadas que cobran los futbolistas de élite-, pero tanto el vasco como el andaluz consiguieron lo que querían -o lo que su jefe quería-: no jugar contra el Auxerre, pero sí estar presentes en la ida de los octavos de final en Lyon. Para quien lo dude, la UEFA nos recuerda la alineación madridista ante el Olympique, con foto de Alonso incluida.

Después de toda esta historia, la Real Manipulación, con la ayuda de un delegado de la UEFA, intentó
desestabilizar al Barça en las semanas previas al choque frente al Madrid en la semifinales de la máxima competición continental. ¿Cómo? Exigiendo que Iniesta no jugara la ida por haber forzado una amarilla en el duelo de cuartos frente al Shakhtar con la misma intención que Ramos, Alonso y Piqué: no jugar el partido fácil y poder participar en el difícil. El manchego vio la amarilla por estorbar el saque de una falta por parte del equipo ucraniano. Al final, no fue sancionado, ni siquiera económicamente (¡qué agravio comparativo!), pero el autor del gol que hizo campeona del Mundo a España no lo supo hasta sólo una semana antes del partido, que encima no llegaría a jugar por lesión.

Hablando de sanciones, Ramos puede presumir de haber sido castigado con un solo partido después de haber propinado una patada por detrás a Messi y agredido cobardemente a continuación a Puyol y a Xavi. Ocurrió en el primer derbi de la temporada pasada:



Después de esta proeza de Ramos, sería realmente divertido que Piqué recibiera dos partidos de suspensión. Aunque si el valencianista Albelda fue sancionado con dos partidos por haberle espetado al árbitro que le expulsó -en un partido contra el Madrid, curiosamente disputado muy poco después del 5-0- que tenía "mucho morro", todo es posible para la Real Manipulación.

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