Como le han cascado los 'cinco lobitos' y ve que la cosa se pone muy complicada porque el Barça no pisa el freno, el entrenador del Real Madrid desvía continuamente la atención buscando argumentos como estos:
1) Los árbitros: aunque él afirme lo contrario, los árbitros están beneficiando al Madrid. Unos, porque probablemente son madridistas desde niños; otros, porque tienen miedo a la presión mediática. No obstante, la excusa del arbitraje se le va a volver en contra al menos un par de veces en lo que queda de temporada, y va a ser cuando Mou se va a mosquear más.
2) Los equipos se relajan contra el Barça: como el suyo, que perjudicó al Villarreal, entonces tercero en la clasificación a pocos puntos de la cabeza, entregando el partido en el Camp Nou con una alineación de risa.
3) La plantilla es corta: Mourinho quiere más jugadores, especialmente si están representados por Jorge Mendes, quien, para el que no lo sepa, es el agente del propio Mou. Para los jugadores que no tengan ese representante, o para muchos de esos jugadores, ajo y agua. A muchos ya los humilla cuando quiere, véase Canales, Pedro León, Albiol y Garay. Una pena para la selección. En su momento, dije que si el padre de Canales era listo, su hijo ficharía por el Sevilla; si decidía ser ambicioso, iría al Madrid. Fue ambicioso.
Al apartado 3) se le puede añadir que Mourinho hace jugar siempre a los mismos y se ve que la cuerda se agota. O mucho me equivoco o en febrero y marzo mueren por Dios y por la patria.
Como despedida, un recuerdo para el poeta metido a director general del club: desde hace dos meses, el entorno del 'Special One' ya no se refiere a él como "el argentino". Ahora le dedica otro calificativo. Mejor no decirlo.
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