Todo apuntaba a que José Mourinho había tocado fondo con su espectáculo camorrista en la vuelta de la Supercopa. Pero con Mou de por medio, los fondos son removibles. Este personaje tan especial siempre puede cavar más profundo y hundir hasta límites insospechados la imagen del club que le paga.
El pisotón de Pepe a Messi en el pasado derbi no admite interpretaciones ni excusas. Fue una agresión clara e injustificable que sólo podrá redimirse con el arrepentimiento del autor.
Pero ese acto de contrición por parte de Pepe no ha llegado. Y lo que es peor, en su comparecencia ante los medios tuvo la indecencia de soltar que fue una acción "involuntaria". Como si pedir disculpas cuando toca hacerlo fuera cosa de perdedores.
La pantomima de Pepe ante los micrófonos ha tenido su continuidad con la de su jefe y valedor, que ahora nos cuenta que el agresor es un tipo sincero y que los medios no dudaron de alguien que -según él fue clarísimo- profirió insultos racistas contra un jugador de color.
Por lo visto, en el departamento de prensa del Real Madrid hay un montón de 'expertos' en lectura de labios. Pero a los que somos legos en la materia, no nos queda tan claro lo que Busquets dijo a Marcelo en la semifinal de la Liga de Campeones:
En cambio, cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver cómo Pepe se aproximaba a Messi y le pisaba la mano. Y, puestos a comparar, ¿qué es peor, un insulto o una agresión? Según de quién se trate, responderá el todopoderoso entrenador-jefe de prensa-director deportivo-presidente.
Y ya que Mou trae a colación a Marcelo, podría recordar también las polémicas que el lateral brasileño ha protagonizado con sus actitudes reprobables. Como su negativa a estrechar la mano de Piqué pese a los repetidos intentos de éste. O sus burlas al jugador del Getafe Cata Díaz:
¿Y el director financiero del Real Madrid, otrora presidente? Nada. El dedo de Mou le señala el camino.
El pisotón de Pepe a Messi en el pasado derbi no admite interpretaciones ni excusas. Fue una agresión clara e injustificable que sólo podrá redimirse con el arrepentimiento del autor.
Pero ese acto de contrición por parte de Pepe no ha llegado. Y lo que es peor, en su comparecencia ante los medios tuvo la indecencia de soltar que fue una acción "involuntaria". Como si pedir disculpas cuando toca hacerlo fuera cosa de perdedores.
La pantomima de Pepe ante los micrófonos ha tenido su continuidad con la de su jefe y valedor, que ahora nos cuenta que el agresor es un tipo sincero y que los medios no dudaron de alguien que -según él fue clarísimo- profirió insultos racistas contra un jugador de color.
Por lo visto, en el departamento de prensa del Real Madrid hay un montón de 'expertos' en lectura de labios. Pero a los que somos legos en la materia, no nos queda tan claro lo que Busquets dijo a Marcelo en la semifinal de la Liga de Campeones:
En cambio, cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver cómo Pepe se aproximaba a Messi y le pisaba la mano. Y, puestos a comparar, ¿qué es peor, un insulto o una agresión? Según de quién se trate, responderá el todopoderoso entrenador-jefe de prensa-director deportivo-presidente.
Y ya que Mou trae a colación a Marcelo, podría recordar también las polémicas que el lateral brasileño ha protagonizado con sus actitudes reprobables. Como su negativa a estrechar la mano de Piqué pese a los repetidos intentos de éste. O sus burlas al jugador del Getafe Cata Díaz:
¿Y el director financiero del Real Madrid, otrora presidente? Nada. El dedo de Mou le señala el camino.
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